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Yo soy Coleffi
Categoría: Derechos Humanos

Uno de los rasgos destacados de la Justicia Federal, respecto del enjuiciamiento de los Crímenes de Lesa Humanidad, ha sido su permanente configuración de obstáculos para la gestación de la impunidad. Nunca, salvo las honrosas y dignas decisiones de algunos de sus integrantes, tal el caso de ex jueces federales como Luis Alberto Cotter e Ignacio Larraza, o el ex fiscal Hugo Omar Cañón; la disposición en favor del camino de Memoria, Verdad y Justicia nunca fue parte del ideario de la Corporación Judicial. Aún por estos días permanecen en el Poder Judicial Federal, no menos del 30% de jueces que vienen de los tiempos del Terrorismo de Estado, o han llegado allí actores probados durante el Plan de Exterminio en puestos diversos. 

Ante estas realidades, las acciones de todo orden, dentro o fuera de las decisiones judiciales como hemos visto en los distintos armados políticos con actores de la Corporación Judicial y apuntando a nuestro Gobierno Nacional, han demostrado cual es el servicio que cumplen, es decir el de la impunidad para los poderosos en detrimento de la mayoría de los ciudadanos de a pie, o conspirando contra el Estado de Derecho sostenido por el voto popular. 

La llegada del Juez Subrogante Dr. Álvaro Coleffi, a la investigación de la participación civil en el Terrorismo de Estado y su decisión de avanzar sin importar de quien se tratara, marcó una impronta destacada en el marco de lo expresado del actual Poder Judicial Federal bahiense. Esto duró poco ya que a pesar de su avance y desenmascaramiento del más notorio de los partícipes como es La Nueva Provincia, y único sobreviviente del original directorio, Vicente Gonzalo María Massot con un cuerpo probatorio notable recopilado por los Fiscales Nebbia y Palazzani, abrió a partir de allí, una abanico de operatorias que lograron el apartamiento del Dr. Coleffi de esta y de otras dos causas, que involucraban al Obispo Garlatti por encubrimiento del cura genocida prófugo y hoy fallecido Aldo Vara, y la del Secretario del ex juez genocida fallecido impune Guillermo Federico Madueño, Hugo Mario Sierra.

Las operatorias contra el Dr. Coleffi las inicia quien no quiso investigar a Massot, justificando su accionar en la libertad de prensa y expresión de las publicaciones durante la dictadura, el juez ad hoc Ulpiano Martínez y su servil secretario y pinche judicial Mario Fernández Moreno, denunciando a Coleffi por entregar escuchas de la Causa Suris que son divulgadas publica e ilegalmente por el medio La Brújula24, escudándose también en la libertad de prensa y expresión lo que le valió el procesamiento a Germán Sasso, uno de los supuestos propietarios. Sobre este aspecto, y sin violar la privacidad de las fuentes, sugestiva y sospechosamente no han hablado los integrantes de La Brújula24 que deberían hacer público algo que tienen bien en claro, es decir que no fue el Dr. Coleffi quien les entregó las escuchas, lo que los ubica por este silencio cómplice como actores periféricos con el juez ad hoc Ulpiano Martínez y su pinche Mario Fernández Moreno en esta operatoria para la impunidad. El juez ad hoc Ulpiano Martínez, tampoco ha explicado porque LU2, la radio de Massot, hace pública la denuncia hacia el Dr. Coleffi el mismo día y antes de iniciarse una de las indagatorias al director de La Nueva Provincia, sin haberlo notificado antes al Dr. Coleffi. Tampoco explica que él era el principal responsable de las escuchas divulgadas, y no el Dr. Coleffi por entonces secretario del juzgado.

Luego avanzaron denunciando a los fiscales Nebbia y Palazzani, junto al propio Coleffi, por asociación ilícita, quizá el mayor despropósito y evidencia de la operatoria por la impunidad de los procesados. Lo hacen según lo expresa en su escrito, el pinche judicial Mario Fernández Moreno, creído juez de instrucción y “violentado moralmente” según su propio y descarado argumento, ya que Coleffi, Nebbia y Palazzani mantenían reuniones en el despacho de Coleffi, aspecto que es usual entre fiscales de cualquier poder y un juez, mucho más en este caso donde había tres causas en marcha, pero que para Fernández Moreno eran sospechosas, sospechas que no consideró cuando se le filtró la denuncia a manos de la radio de Massot previo a su indagatoria y sin haber notificado al denunciado.

El gravísimo suceso de cesantía del Juez Subrogante Dr. Alvaro Coleffi, pone un moño al paquete armado para borrarlo literalmente ya no de las causas sino de Poder Judicial Federal. Aquí aparecen como actores definitorios de la situación, los camaristas Candisano Mera y Nestor Luis Montezanti, este último PCI y ex Agente Universitario de Inteligencia en el Comando de Inteligencia 181 del Quinto Cuerpo de Ejército durante la dictadura cívico militar genocida, cuestión que a esta altura del avance en políticas de Estado sobre el juzgamiento de los hechos de entonces, asombra que este abogado siga siendo juez de cámara. El argumento patético sostenido por los camaristas, y que sino tuviera la gravedad que tiene para la justicia federal bahiense daría risa por uno de sus firmantes, es que han “perdido la confianza” en el Dr. Coleffi, y parado en ese argumento y muy suelto de cuerpo firma Néstor Luis Montezanti, con su prontuario dictatorial a cuestas.

Todos han operado, sin dudas para quien suscribe, en favor fundamentalmente de la impunidad de Vicente Gonzalo María Massot (además de Garlatti y Sierra) que entre otras cosas de las que participó, dijo el 19 de noviembre de 1977 que “más que hablar de la guerra, hay que hacer la guerra. De entre todas las profesiones le cabe al periodismo un puesto de avanzada en las trincheras de la Patria”.

Cabe recordar que toda la secuencia de maniobras seudo judiciales llevadas adelante por los funcionarios judiciales mencionados, incluida la designación del reemplazante del Dr. Coleffi, Claudio Pontet, ex abogado de Massot, hombre del riñón de Dámaso Larraburu y este socio de Massot en la promoción de Sergio Massa a precandidato a presidente, habían sido recusadas o apeladas previo a las resoluciones finales, y se encuentran sin decisión, lo que establece que de ser aceptadas caería toda la maniobra en medio de una profundización de lo escandaloso de todos estos sucesos. 

Finalmente es necesario señalar, que cuando nosotros hablamos de inseguridad estos hechos son mucho más graves que cualquier delito común, y esto no significa minimizar el delito o validar su impunidad, sea de la índole que sea. Los ciudadanos de a pie, frente a estos sucesos en el Poder Judicial Federal bahiense, estamos hoy más inseguros que nunca. Es así entonces, que mientras muchos avalaron y aún lo hacen con su silencio al ex fiscal Nisman, frente a las pruebas públicas de cuál fue su proceder con relación al atentado a la AMIA y otras yerbas con aquello de YO SOY NISMAN, me quiero permitir expresar frente a esta desvergüenza de la justicia federal que, YO SOY COLEFFI.

Eduardo A. Hidalgo
Ex Detenido desaparecido
Actual Secretario General de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Bahía Blanca

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2015-05-19 00:00:00
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