La propuesta “Semillateca” se desarrolla a raíz del trabajo asociado entre la UNS y la Asociación Bernardino Rivadavia en el marco del Proyecto de Voluntariado “Geógrafos por un día: en busca del patrimonio verde… semillas con identidad”.

“Participan alumnos de la carrera de la licenciatura y profesorado de Geografía y la licenciatura en Turismo, también docentes de la universidad los cuales algunos ya son jubilados”, dijo la coordinadora del proyecto, Graciela Benedetti.

El proyecto surge desde la cátedra de Biogeografía Cultural donde cada año, estudiantes de la UNS realizan salidas de campo en la ciudad para conocer y aprender sobre el arbolado urbano. De la iniciativa también participan otras carreras universitarias e integrantes del Jardín Botánico de Bahía Blanca.

La organización contraparte es la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia, institución que organiza la colección y clasificación de semillas de árboles nativos y exóticos del diverso arbolado de la ciudad y genera un intercambio entre sus miembros y la comunidad.

La biblioteca de semillas tiene como propósito preservar el patrimonio verde e invita a los ciudadanos a realizar acciones para cuidar el medioambiente y ser parte de la biodiversidad local. “En vez de prestar libros, prestamos semillas. Hay un préstamo de semillas del arbolado urbano y una devolución cuando esas semillas crecieron y se desarrollaron en pequeñas plantitas hay una devolución a la biblioteca”, reseñó la impulsora.

Desde el inicio del confinamiento, las reuniones y entregas de semillas de los sábados dejaron de realizarse en la Biblioteca Rivadavia y comenzaron a abordarse desde las redes sociales. Las plataformas digitales de comunicación reciben los pedidos a través de formularios de Google publicados semanalmente, para que interesados puedan retirar su pedido cada miércoles en la puerta de la biblioteca.

El crecimiento de los arboles lleva tiempo y en ese trayecto integrantes del proyecto asesoran a las personas a realizar sus cultivos con los requerimientos y cuidados necesarios. Además mantienen diálogo permanente hasta que el proceso de plantación se hace efectivo.

Se trata de una propuesta que tiene un valioso fin en pos del medio ambiente: una vez que las semillas han sido germinadas y los árboles alcanzan un tamaño adecuado para ser plantados se llevan a instituciones, escuelas, ONG y barrios con escaso arbolado. Además de ser un proyecto que vincula la Universidad con la comunidad y sus organizaciones e instituciones, impulsar el cambio social, producir conocimiento científico sobre la temática y educar sobre la importancia del arbolado urbano y sus cuidados.

Autor: Redacción Ecodías