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Los Chopen
¿Qué diría Frederick Chopin se conociera a Los Chopen? ¿Podría crear una obra para ser tocada en su piano? No hay dudas que sí. Los artistas se entenderían, en la música y en la pintura.
Categoría: Cultura

¿Qué diría Frederick Chopin se conociera
a Los Chopen? ¿Podría crear una obra para ser tocada en su piano? No hay dudas
que sí. Los artistas se entenderían, en la música y en la pintura.

Son 28 artistas con capacidades diferentes, «hace 8 años que estamos
trabajando y es el segundo año que estamos en el complejo cultural de la
Estación (Sud)», cuenta Ana Montaner, la coordinadora de la propuesta. Los
integrantes de Los Chopen tienen discapacidad intelectual, «son jóvenes y
adultos, autosuficientes, algunos van y vienen en colectivos, otros no pero
para este tipo de actividad son geniales». Tienen entre 20 y 60 años. Ver
un cuadro de Los Chopen es estar frente al arte, la creatividad y el tiempo
detenido, pero si usted logra verlos trabajar entiende mejor. Trabajo,
concentración, búsqueda de perfección, todo en un lienzo. Muchas veces podrá
encontrarlos en el andén de la estación, sentados o parados frente a sus
atriles. Es un paisaje surrealista. «En un principio, la gente de la estación
no estaba acostumbrada, pero cuando vieron que pintamos, abrimos, pusimos las
producciones de los integrantes y que hay un movimiento permanente, salen a
pintar en el andén cuando está lindo, me parece que le da un color diferente.
Ojalá hubiera más movimiento artístico en el andén de la estación».

Talentosos

Trabajar con Los Chopen «es igual que trabajar con cualquier otro grupo
pero un poco más lindo porque son muy talentosos, con lo cual el trabajo es
distinto lo que hay que hacer es de guía y orientación, hay que guiarlos en
algunas cuestiones, fijáte acá el color, está línea, habría que retocar los
bordes». La exigencia es en la terminación de la obra, la primera pintada,
el planteo de color. «Es un trabajo muy personalizado, cada uno tiene una
capacidad distinta, una forma de trabajar distinta, entonces, una estética
absolutamente diferente y eso se ve en la variedad que hay de obras. Trabajan
pintura, escultura, cerámica, textil, esas son las disciplinas».
El objetivo del taller, en sus inicios, fue instalarse como productores
culturales de la ciudad, de esta forma, iniciar un trayecto propio reconocible
y reconocido dentro y fuera. «Si bien hace 8 años venimos trabajando y
vamos subiendo un escalón. No pintan ahora como lo hacían hace 8 años, pintan
mucho mejor, pero el grupo en sí llama mucho la atención. Estamos siendo
referentes de lo que es la inclusión real a partir del arte. Creo que la
diferencia debe estar con otras actividades en que siempre tratamos de hacer
una inclusión real, invitamos a otros artistas a trabajar, nos invitan, mandan
obras a salones sin ninguna salvedad de que sea de artistas con discapacidad,
algunos los premian, seleccionan o los exponen. De hecho, nos invitaron de la
Universidad de Córdoba para hacer una muestra en el Museo Caraffa el año que
viene, están haciendo una tesis sobre Arte y Discapacidad. Vamos a ir al
Congreso de la Nación. Hay muchos proyectos».
En Bahía Blanca han exhibido en todos lados, «no nos queda en ningún
lugar, participamos en diferentes encuentros, nos invitan permanentemente.
Fuera de Bahía, algunos artistas de manera individual han expuesto en la
región, nos parece bárbaro que si alguno de ellos tiene un contacto para llevar
su obra de manera particular a la región o donde desea exponer». El grupo
artístico se completa con las talleristas María Eugenia Gutiérrez, ceramista,
Cecilia Richard, en textil, Carolina Recio, Albana Álvarez, terapista
ocupacional con una experiencia en discapacidad en comunidades indígenas de
México y Ana Elisabet Montaner, realizadora artística.

Lienzos y palabras

Cristian asegura que «hace de todo un poco, me gusta pintar. No hace mucho
empecé hacer historieta, de distinta forma, me gusta. Las pienso, las empiezo a
dibujar, las copio». Algunas tienen diálogos y otras no. Las estoy
haciendo en blanco y negro. La historieta está compuesta por tres personajes,
«dos varones y una niña, que son hermanos, el mayor, la hermana y el
hermanito chico. Ellos tres van a la escuela, el más chiquitito le gusta jugar
al fútbol, la del medio del gusta cantar y el mayor es más dirigente y más
estudioso». Las historietas cuentan la vida cotidiana de estos tres chicos
en cuadros. «Uno de los integrantes que trabaja con historieta en
bastidor, lo hace con boceto previo, ahora lo que está haciendo son viñetas
pequeñas con poco diálogo en blanco y negro nada más, por una decisión de
él», suma Montaner.
Los Chopen tienen su propia publicación, la presentaron hace poco más de un
año. En el mismo, se publicaron fotografías de las obras y textos, estos
últimos escritos por Josefina Recio y Juan Carlos, uno de los integrantes.

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2015-05-26 00:00:00
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