Al ritmo del “Far l`amore” de Rafaella Carrá
remixado, baila un variopinto grupo de gente festejando el sexagésimo quinto
cumpleaños de Jep Gambardella.
Un periodista cultural a ratos y socialité a tiempo completo, se declara:
“Sensible y por tanto destinado a escribir”, aunque sólo editó una novela en la
juventud y que después de la fiesta -consiente del paso del tiempo y su
hartazgo- comenzará a recorrer Roma, sus personajes y sus recuerdos.
No es extraño que esta comedia ligeramente dramática haya recibido el Oscar
2014 a Mejor film en lengua extranjera. La Academia de Hollywood mantuvo un
largo romance con Federico Fellini y La
grande belleza evidentemente se inspira en el estilo del cineasta riminese.

Además, su protagonista podría ser una versión avejentada del Marcello de La Dolce Vita (1960) y la acción guarda
puntos de contacto con Fellini Roma
(1972), comenzando por sus esperpénticos personajes eclesiásticos.
El napolitano Paolo Sorrentino volvió confiar el protagónico a su “paesano”
Toni Servillo, que interpreta con soltura a ese hombre tan absorbido por los
círculos mundanos y la noche romana, como conciente de la falsedad y la
decadencia de la mayoría de quienes los pueblan.
Abunda la sorna en diálogos y situaciones, como las del gurú del botox, los
diferentes artistas o la “La Santa” centenaria, pero en contraste con los
paisajes -la escena de apertura en Il Fonanone acompañada por música coral es
sublime-, la arquitectura, las obras de arte, el cielo y las calles de la
capital italiana, que son mostrados en su máximo esplendor y abonan la fama
-buena o mala- de manierista del director.
También hay cameos como los de la actriz francesa Fanny Ardant o el cantante
Antonello Venditti y rostros macerados en colágeno como el de Serena Grandi,
pero el reparto está integrado preferentemente por actores de extracción
teatral que secundan con acierto a Servillo.
Un derrotero cínico, fantástico, nostálgico y tan artificioso como para
desconcertar o irritar a buena parte de los espectadores, pero atrapará a otros
desde el epígrafe de Louis Ferdinand Celine hasta las aguas del Tevere en el
poético final.

Dirección: Paolo Sorrentino
Guión: Roberto Cantarello, Paolo Sorrentino
Fotografía: Luca Bigazzi
Música: Lele Marchitelli
Origen: Italia, Francia –  2013
Calificación: Sólo apta para mayores de 16 años
Intérpretes: Tony Servillo, Sabrina Ferilli, Carlo Verdone.