Del
proverbio latino “errarum humanum est”.
La primera guerra mundial se produjo entre estados imperialistas por la
posesión de los mercados del mundo.
A Maquiavelo lo veo como el paradigma del cinismo.
Se avecinaba ya la crisis que estalló en 1929.
Quienes gobernaban Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Francia y Rusia (la
imperial), lo sabían.
La Gran Bretaña de Chamberlain y la Francia de Daladier lo sabían y dejaron que
en Alemania surgieran las condiciones económicas y sociales, que dieron
nacimiento a un Hitler, y todos ellos temían al socialismo que nacía en la
URSS.
Roosevelt, Churchill y Stalin impusieron a Alemania condiciones después de la
segunda guerra mundial.
Pero Estados Unidos, Inglaterra y Francia le condonaron la deuda a Alemania por
temor a que el pueblo alemán se volcara hacia la URSS.
En todo esto no hubo “error humano”, como tampoco lo hay en este mundo del
2015.
Platón se entera en su viaje a Alejandría de la existencia de un continente
perdido.
Estamos enfrentando el hundimiento del continente capitalista, de las guerras
que azotan al mundo, del hambre y la pobreza, de las tremendas desigualdades
sociales pero quienes gobiernan en países con regimenes burgueses capitalistas
son “ciegos y sordos” a sabiendas, lo que ya no podemos considerar como error
humano.