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En la senda del Che
El dirigente boliviano pasó por nuestra ciudad para asistir a una serie de actividades organizadas para conmemorar las dos décadas que este año cumple la Casa de Amistad Argentino-Cubana. Aprovechando su visita, EcoDias dialogó con él sobre su trayectoria, los procesos revolucionarios, la figura de Ernesto “Che” Guevara y el pasado y presente de la parte sur del continente.
Categoría: Interés general

El dirigente boliviano pasó por
nuestra ciudad para asistir a una serie de actividades organizadas para
conmemorar las dos décadas que este año cumple la Casa de Amistad
Argentino-Cubana. Aprovechando su visita, EcoDias dialogó con él sobre su
trayectoria, los procesos revolucionarios, la figura de Ernesto “Che” Guevara y
el pasado y presente de la parte sur del continente.

Osvaldo
“Chato” Peredo nació en febrero de 1941 en Beni, en la zona amazónica de
Bolivia. Fue su padre el escritor boliviano Rómulo Peredo. Sus hermanos también
marcaron su formación. Antonio fue uno de los fundadores de la regional del
Partido Comunista. Roberto (“Coco”) y Guido (“Inti”) resultaron a su vez parte
del último foco guerrillero dirigido por Ernesto “Che” Guevara antes de su
captura y posterior asesinato, ocurrido en 1967 en Bolivia.
Por ello, una charla con él se convierte en sí misma en un documento histórico
de suma relevancia. EcoDias pudo acceder a un reportaje con el “Chato” durante
su paso por Bahía Blanca, a principios de noviembre, en oportunidad de una
serie de eventos que tenían por finalidad la conmemoración de las dos décadas
de vida que la Casa de Amistad Argentino-Cubana cumple durante este 2011.

Los comienzos en la militancia
“A los 13 años pedí mi incorporación a la Juventud Comunista de Bolivia. Me
sometí a algunas pequeñas pruebas, como la venta del periódico. Pero vieron
que, según ellos, era aún demasiado niño, así que me destinaron a formar el
Grupo de los Pioneros, que eran los hijos de los camaradas que militaban en la
Juventud”, recuerda Peredo, por aquel tiempo un estudiante secundario.
A las ideas y teoría comunistas lo llevaron “mis hermanos, indudablemente.
Antonio fue uno de los fundadores del Partido Comunista en la zona donde
estábamos en el Beni. Inti y Coco eran también miembros”.
“Fue, de verdad, primero una cuestión de familia. Porque en esa época lo
esencial de la justicia social era suficiente ya para hacer militancia, allá
donde uno se sintiera más cómodo”, añade.
Por aquel tiempo, vivía Bolivia “un proceso interesante: la Revolución de abril
del año 1952 era un intento nacionalista, que después fue frustrado e
interferido, intervenido por los norteamericanos. Yo creo que en ese momento
hubo varias manifestaciones del nacionalismo, que aunque no se paraba frente al
imperialismo, eran una necesidad histórica: el peronismo en su primera época,
Paz Estenssoro en Bolivia, Jacobo Arbenz en Guatemala, Cárdenas en México o
Vargas en Brasil”.
“Después viene la Revolución Cubana. Pero ya antes uno de los propulsores de la
guerra revolucionaria en el Partido Comunista boliviano fue mi hermano Inti,
que decía ‘bueno, aquí no nos queda otra que desarrollarla, porque este proceso
ya no es revolucionario, se está desviando y está siendo cada vez más
represivo, y por lo tanto hay que ver otras vías de la Revolución’. Teníamos un
movimiento obrero bastante combativo y había que aprovechar esa circunstancia
subjetiva”, rememora Peredo.
A partir de ese momento, una idea germina en los jóvenes comunistas de buena
parte del continente: “‘Hay que hacer lo que hace Cuba, hay que hacer la
revolución, las guerrillas’. Entonces, esa presión era bastante fuerte. No
solamente al interior del partido, sino también al interior de los movimientos
sociales y sindicales. Sobre todo los mineros, que eran la vanguardia del
proletariado”.
Por ello es que las juventudes de Bolivia adoptan una solidaridad con los
movimientos guerrilleros que se estaban gestando en Perú con Hugo Blanco o en
Argentina con Jorge Masetti, por ejemplo.
“No sé si para lavarse las manos o porque todavía no tenían definida una
posición política, la dirección del Partido Comunista de Bolivia destacó a
cuatro miembros para el apoyo. Entre ellos estaba mi hermano Coco”, precisa el
“Chato” a EcoDias.

El Che
Osvaldo Peredo conoció a Ernesto Guevara, pero insiste en que al menos en
un principio el Che no llegó a conocerlo a él. Tres veces logró asistir a discursos
del líder argentino-cubano. Con el último, comenzó a surgir la que sería su
gran misión: el reclutamiento de jóvenes estudiantes para sumarlos al Ejército
de Liberación Nacional que combatió en Bolivia bajo su liderazgo.
“La primera vez que lo vi, fue cuando pasó por Madrid rumbo a la Conferencia de
Argelia. Era la época de (el dictador Francisco) Franco, quien no había roto
relaciones con Cuba. En esa oportunidad, yo lo vi a él personalmente: me colé
con un fotógrafo ambulatorio en una conferencia de prensa y ahí lo conocí
físicamente. Yo a él, él no a mí. Porque simplemente yo era la ‘la cola’ de un
fotógrafo”, recuerda, divertido.
“La segunda vez que lo vi fue cuando yo estudiaba en Moscú y él pasaba
dirigiendo una delegación cubana a China. Fue en una conferencia que dio a
estudiantes” de la capital soviética.
“Y la tercera vez fue cuando volvía, cuando ya hizo una reunión más restringida
con dirigentes estudiantiles de Moscú”, añade. Según Peredo, ya se notaba entonces
en el Che la preocupación de sembrar nuevos focos de lucha revolucionaria a
través de guerrillas. “Después me dan a mí esa misión. Cuando se desatan las
guerrillas en Bolivia, él en su diario dice ‘se incorporarán veinte estudiantes
de países socialistas’. Esa misión la tenía yo. No participé en la guerrilla de
Ñancahuazú, pero mis dos hermanos (Inti y Coco) sí. Y yo tenía la misión de
reclutar, porque la guerra era larga y había que dosificar los contingentes que
se iban incorporando a la guerrilla”, detalla.
“Al Che lo matan en 1967, e Inti fue uno de los sobrevivientes. Entonces,
cuando empezamos a organizar la guerrilla, él lanza una proclama ‘volveremos a
las montañas’. En ese trabajo lo matan. Y entre los pocos que quedamos me eligen
a mí como jefe del Ejército de Liberación Nacional, en el año 1969. En el
período que va desde diciembre de ese año a junio de 1970, se organiza el
contingente guerrillero con 67 combatientes en el foco rural y columnas
guerrilleras en Cochabamba, Santa Cruz, La Paz y las minas, con lo que estamos
hablando de 500 combatientes sobre 12 que quedamos cuando mataron a mi hermano
Inti”, cuenta hoy, cuarenta años después.

Cómo siguió esa lucha
“Hacemos la guerrilla de Teoponte y nos derrotan militarmente, pero
logramos algunos éxitos políticos, como el rompimiento del pacto militar-campesino,
a través del cual mediatizaban y oponían a los obreros y al campesinado en
virtud de él. A partir del rompimiento del pacto, se empiezan a organizar los
sindicatos independientes de campesinos y continuamos ese trabajo. Luego viene
el golpe de (el general Hugo) Banzer y la única organización armada que hace
resistencia somos nosotros, que retomamos un cerro en la ciudad de La Paz”,
rememora.
“Pero después viene todo ese período neoliberal que destruye a las
organizaciones armadas a nivel continental. Yo siempre digo que el mayor de los
populismos fue el neoliberalismo, porque ofrecía todo: a la vuelta de la
esquina, en diez años más, todos teníamos auto, casa, todo. Eso desarma a
muchos militantes de la revolución e incluso los atrae e incorpora a ese
proceso seudodemocrático”, caracteriza.

Los errores del Che
Dentro del discurso periodístico, teórico político o historiográfico, es
frecuente encontrar a quienes señalan distintos errores de apreciación o
análisis por parte de Ernesto Guevara a la hora de elegir a Bolivia como escenario
del foco guerrillero. También suele invocarse su apuesta por sumar al hostil
campesinado a la guerrilla a su mando como una de sus fallas de lectura del
escenario. Sobre estas interpretaciones consultó EcoDias a Osvaldo Peredo, a
fin de que aportase su visión sobre el punto.
“Siempre y mucho más cuando hay una derrota militar, existen los ideólogos que
dan razones para descalificar la acción de un revolucionario. Entonces, se dijo
por ejemplo que el Che no conocía Bolivia, que no sabía que había una reforma
agraria. Y el Che estuvo por Bolivia en el ’53, cuando ya había un proceso de
revolución nacionalista y reforma agraria”, refuta.
“Y sobre el campesinado, él mismo lo dijo: ‘al principio, toda reacción del
campesino va a ser adversa al guerrillero, porque somos una incomodidad, una
situación que rompe cierta tranquilidad’. Eso sucedió en la Sierra Maestra y en
todas partes. El tema no es que de entrada había que ganar al campesino, por
eso se plantea a la guerrilla como el centro que iba a capitalizar una realidad
tanto subjetiva como objetiva. Y el Che también dice ‘ésta no es una zona
apropiada para desarrollar el foco guerrillero rural’, pero él apareció ahí y
reclamó porque esa no era una zona apta. Entonces, esos más que errores son
circunstancias que el Che las reconoce y las dice en su diario”, recuerda
Peredo.
“Pero vayamos a lo estratégico: la visión del Che está más vigente que nunca
antes. Hoy, si hablamos de la crisis mundial del capitalismo y del pensamiento
económico del Che, sólo falta poner el nombre de los países y los actores”,
apunta.
“Y si hablamos de los movimientos sociales y sus protagonistas de los procesos
de cambio, el Che en su discurso de las Naciones Unidas dice ‘esta epopeya que
tenemos por delante la escribirán las masas hambrientas de indios, en primer
lugar. En segundo lugar, de campesinos sin tierra. En tercero, de obreros
explotados en las ciudades. Y en cuarto, de intelectuales revolucionarios. Ese
orden de cosas, como lo establece él, es lo que está sucediendo ahora en
Bolivia”.
“¿Por qué no lo protagoniza el proletariado? Porque indudablemente el
neoliberalismo lo destruye, no sólo en mi país sino en todos. ¿Y quiénes vienen
a ser los protagonistas de los cambios? Los movimientos sociales, ya no los
partidos políticos”.
“Entonces, ¿es o no es vigente el pensamiento del Che?”, se pregunta, mirando
en perspectiva.

El Hombre Nuevo
“El Che tenía un factor que no tenían otros dirigentes: el sensorial. No
solamente es una capacidad teórica, sino emocional. ¿Y por qué plantea el
(concepto del) Hombre Nuevo el Che? Porque evidentemente no solamente por la
economía tiene que triunfar la revolución sino por la participación emocional
del pueblo. Y eso lo estamos viendo ahora. Por ejemplo, en el código de los
nuevos dirigentes: Evo Morales nunca dice ‘yo pienso que…’. Dice: ‘yo siento
que…”. Es otro código, que ya lo avizora el Che”, marca el Chato.

Latinoamérica hoy
¿Y cuál es la visión de un revolucionario de trayectoria sobre los procesos
políticos que se viven actualmente en Latinoamérica? “Indudablemente, todo lo
que está sucediendo es producto de las luchas pasadas. Y creo que los que
vivimos en Argentina, Bolivia, Uruguay, Brasil, Perú o Venezuela, vemos
escenarios que van demostrando la decadencia del imperialismo y del
capitalismo. Pero no hay que hacerse muchas ilusiones ni hay que hablar con un
discurso triunfalista”, advierte Peredo.
A su vez, reclama por la pronta fundación del Banco del Sur como instrumento de
resistencia y articulación e insiste en la necesidad de preparar una sólida
defensa armada conjunta ante el peligro de acciones militares por parte del
imperialismo, al que ve en estado decadente. Como ejemplo, cita los casos de
Honduras y, sobre todo, Libia. La guerra, desde su perspectiva, sigue siendo
una de las estrategias imperiales para someter a los países periféricos.

El problema de las Fuerzas Armadas
Ante esta realidad, y tomando en cuenta el pasado reciente de las Fuerzas
Armadas en toda Latinoamérica, resulta interesante oír su análisis: “Hay una
gran cuota de neutralización de las Fuerzas Armadas como fuerzas antipopulares
y represivas, porque ya hay un marco jurídico que les impide participar en lo
que antes participaron”.
“Van a tener que pensar antes de hacer un golpe de Estado en lo que está
pasando con los represores y asesinos de la guerra sucia. Los juicios que se
están llevando a cabo son herramientas muy fuertes. El de acá, por ejemplo”,
dijo minutos antes de concurrir a una de las audiencias del juicio que se sigue
en nuestra ciudad contra diecisiete represores de la última dictadura, acusados
de graves crímenes de lesa humanidad.
“Se han creado escenarios como UNASUR. Ya no es la OEA, a la que el Che
calificó como ‘el Ministerio de Colonias de los Estados Unidos’. Pero es evidente
que siendo decadente, el imperio tiene todavía fuerza y no hay que dormirse en
los laureles porque tiene capacidad de intervención militar en cualquiera de
nuestros países”, previene.

CFK y Néstor
Consultado sobre su valoración de los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007)
y Cristina Fernández (2007 a la actualidad), Peredo sostiene que “algo
destacable, extraordinario diría, es su intensa labor en la integración de
Nuestra América. Y creo que eso ya lo califica como un proceso muy importante,
yo diría revolucionario: la Revolución no solamente está enmarcada en el
socialismo, sino que es el impulso necesario a los cambios que se deben
producir”.
“Y también el reconocimiento a los luchadores que siempre estuvieron contra las
tiranías, mal llamadas dictaduras. Las que hubo acá indudablemente están siendo
acusadas y enjuiciadas con la ayuda del gobierno de los Kirchner”, agrega.

La Revolución cubana, hoy
Por otra parte, el ex guerrillero ve a la Revolución Cubana “cada vez más
brillante. No han podido vencerla pese a estar solita, a difamarla, a decir que
era una dictadura y no una democracia. Creo que es la democracia más genuina y
participativa del mundo, porque que ocho millones sobre doce discutan las
medidas que se van a tomar en el Congreso del Partido Comunista seis meses
antes de que se tomen, que hayan sido rechazadas cien de las medidas propuestas
y otras cien modificadas sobre 297, eso es verdadera democracia”.

Inti y Coco
“Yo no podría concebir mi posición ni mi acción dentro de la Revolución sin
mis hermanos. En cada acto están ellos presentes. Hay un compromiso no sólo
teórico o ideológico, sino de sangre. O sea, aquí no hay vuelta atrás: hasta el
último día de mi existencia ellos van a estar ahí. No con la nostalgia ni con
el luto de un duelo, sino con la presencia. Como el Che. Para mí ellos son el
marco de mi acción”, dice sobre sus hermanos Inti y Coco, quienes también
participaron activamente en la lucha antiimperialista.

Cómo fue ser estudiante en la URSS
Como se dijo en esta misma nota, Peredo estudió durante su juventud en la
antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Por ello, EcoDias
quiso conocer cómo fue la experiencia de un joven boliviano residiendo en un
país que, publicidad mediante, se promocionaba en esta parte del mundo como
frío y distante.
“Yo era militante de la juventud comunista y entonces me llegó la beca. En ese
momento, había que privilegiar para formar profesionalmente y formar cuadros
también a los que ya militábamos de alguna manera. Era una especie de premio. Y
por solicitud de mis hermanos, me llegó una beca a la Unión Soviética. Me
preparé allí y fui titulado médico cirujano, especializado en cirugía de
campaña, preparándome para la guerra anunciada e inevitable. Fue una gran
experiencia para mí”, rememora el Chato.
“Era un becado y prácticamente un ciudadano soviético más. Vivir el socialismo
era un privilegio, aunque ya veíamos que había ciertos elementos que no se
condecían con un proceso revolucionario, como la extrema burocracia, contra la
cual advertía el Che”, ejemplifica.

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2011-11-28 21:09:00
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