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El destino de la humanidad
Categoría: Opinión

En mis últimas
notas aborde ese tema desde distintos ángulos.
Maurice Ravel, compositor musical, compuso “El bolero” (variaciones sobre un mismo
tema).
El autor se basó en una forma musical propia de los países de habla negra y americana
(baile y canción popular), dentro de un contexto romántico.
Mis variaciones sobre un mismo tema son de orden económico, social, político, tomando
como base el hombre y su destino.
Las discusiones que se realizara en febrero en Munich (Alemania) por el Consejo
de Seguridad y las pocas conclusiones y resoluciones que han dado a conocer, corroboran
la opinión que vertí en mis notas anteriores.
No es el genio que se escapó de la botella… es el monstruo que devino del sistema
que hoy domina a gran parte del mundo (y a sus gobiernos), capitalismo en su fase
actual que en su caída arrastra a los demás países y destruye a la naturaleza.
Lo bello y hermoso que la humanidad produjo en el arte y la cultura y lo bueno que
produjo la ciencia y la tecnología no han sido suficientes para que el hombre y
su destino humano vuelvan a reencontrarse.
El poder económico financiero social y político fue a parar a manos inescrupulosas.
Los gobiernos de 200 países, más que gobiernos, parecen la mafia ilustrada pero
poco inteligente de un extracto social que responde al capitalismo.
¿Cómo crear un nuevo mundo? ¿Es posible? ¡Sí!
Se están dando las condiciones en medio de la crisis estructural del sistema y al
mismo tiempo se han creado las condiciones de un nuevo orden económico mundial.
Más justo, más social y más humano.
Los pueblos (anestesiados) no tienen conciencia de su propio valor.
El bolero de Ravel es una realidad musical.
Mis cavilaciones o variaciones sobre el destino del hombre no pasan (por ahora)
de ser una utopia.
El tiempo lo dirá.
Demos vuelta el reloj de arena de la historia, pongamos la parte de abajo (los pueblos)
arriba, y lo malo abajo.
La parte superior de los pueblos son inagotables, dejemos que se desarrollen y crezcan.
Días pasados escribí que Einstein hubo uno solo. Y que necesitamos miles y miles
de Einstein.
En la Universidad de Indianápolis (Estados Unidos) un niño de 15 años ya es profesor
adjunto (físico) y alcanzó altura en el campo de la ciencia, incomparable. Sus tesis
en la teoría de la relatividad de Einstein, ese prodigio humano debe multiplicarse.
Lo que hizo el maestro Abreu creando las orquestas sinfónicas juveniles en Venezuela
es posible hacerlo en las ciencias, ese mundo nuevo lo necesitan las futuras generaciones.

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2017-03-14 00:00:00
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