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De proxenetas y prostituyentes
Durante marzo o abril se espera el tratamiento en el Concejo Deliberante a un proyecto de ordenanza para prohibir el funcionamiento de cabarets y demás locales y sitios de ese estilo. Mientras tanto conversamos con la concejal Gisela Ghigliani sobre las diferentes vertientes que tiene la problemática de la trata de personas.
Categoría: Locales

Durante marzo o abril se espera el tratamiento en el Concejo Deliberante a un
proyecto de ordenanza para prohibir el funcionamiento de cabarets y demás
locales y sitios de ese estilo. Mientras tanto conversamos con la concejal
Gisela Ghigliani sobre las diferentes vertientes que tiene la problemática de
la trata de personas.

Durante el año 2013, la por entonces concejal de Integración Ciudadana, Miriam
Iantosca, elaboró un proyecto de ordenanza a fin de prohibir en Bahía Blanca
“la instalación, funcionamiento, regenteo, sostenimiento, promoción,
publicidad, administración y/o explotación bajo cualquier forma, modalidad o
denominación (de manera ostensible o encubierta) de whiskerías, cabarets,
clubes nocturnos, boites, casas de tolerancia, saunas o establecimientos y/o
locales de alterne”.
Iantosca cumplió su ciclo en el deliberativo local pero el proyecto siguió
siendo promovido por el concejal Raúl Woscoff, del mismo partido, y apoyado por
la edil Gisela Ghigliani (FPV – PJ).
Lo último que se pudo saber del mencionado proyecto fue de palabras de la
propia Ghigliani quien en entrevista con EcoDias señaló que podría recibir
tratamiento del Concejo en los meses de marzo o abril. Pero no fue de lo único
que conversamos con la concejal ya que la trata de personas es un drama que
trae consigo muchos otros temas que a la vez permiten su funcionamiento.
Para empezar consultamos a Ghigliani sobre una amenaza que recibió vía correo
electrónico justamente por trabajar para combatir la trata: “Entró un mail
dirigido hacia una mujer, no identificaba el nombre, éste mail con un remitente
que nosotros consideramos ficticio”.
“Entró a la casilla oficial del Concejo Deliberante, dando la casualidad que
entró a la noche y justo ese martes se dio que yo había estado haciendo todas
las notas y hablando de este proyecto que en realidad es de Iantosca y lo
estaba propiciando Woscoff de Integración Ciudadana y justo con Woscoff
habíamos ido a programas, habíamos aparecido un poco más él y yo en esta
discusión. Así que el presidente del cuerpo me lo mostró, consideró que estaba
dirigido hacia mi persona porque era la mujer que justo había hablado”.
Sobre el contenido del mail, comentó que estaba cargado de expresiones
desagradables y misóginas: “Tampoco esperábamos que fuera con altura planteado
algún tipo de debate, quedamos en que se iba a elevar a fiscalía y eso es lo
que hizo el cuerpo para que tomen conocimiento y nada más”.
Sin entrar en el temor y tampoco sin dejar de restarle importancia al mensaje,
Ghigliani afirmó que éste se percibió más “hacia dónde es el espíritu de esta
ordenanza que tiene que ver con que nosotros claramente planteamos que sin
clientes no hay trata entonces sabemos que en estos lugares donde existe la
figura de alternadora, son lugares donde se ejerce el proxenetismo sobre estas
mujeres entonces nosotros consideramos ir en el espíritu de la ordenanza que es
cerrarlos”.
Respecto a la actualidad del proyecto de ordenanza, Ghigliani informó: “Yo creo
que no más de marzo, abril Woscoff lo va a estar solicitando, él es el autor
para darle tratamiento. En su momento cuando lo solicitó casi unas dos o tres
sesiones antes de finalizar las ordinarias, algunos presidentes de bloque le
plantearon poder mirarlo con mayor detenimiento entonces él lo retiró por esa
razón. Suponemos que lo habrán estado viendo y también por lo que ocurrió que
volvió a estar en el tapete el tema así que pienso que en un mes lo solicitará
y veremos en sesión el tratamiento”.

Un compromiso global
Que se apruebe, en caso de aprobarse, un proyecto de estas características
en el Concejo Deliberante no quiere decir que va a ser tan fácil cerrar los
cabarets en Bahía Blanca: “Siempre, todo lo que uno trata y que tienen que ver
con estas cuestiones donde hay mujeres en situación de prostitución y hay
explotación de personas, siempre es difícil la aplicación, por supuesto. Uno
necesita un gran compromiso del Ejecutivo, a nosotros nos parece que esto
también tiene que ver con poner en debate a ver qué es lo que nosotros queremos
como sociedad. Nos parece que no puede quedar el eslogan “no a la trata” o “sin
clientes no hay trata” y pensar que nosotros tenemos locales o casas de citas
como estuvimos viendo ésta cercana al Concejo, acá en Sarmiento, sabemos que
hay otras, sabemos que se actuó contra esta Web que ofrecía servicios sexuales,
también vimos al fiscal que actuó en este cabaret en la zona de Médanos. En lo
personal yo veo con agrado que la justicia pueda avanzar en esto”.
En ese sentido agregó que se ha visto mucho compromiso en el trabajo porque se
mide en términos concretos de resultados: “O sea realmente se llega y se hacen
las operaciones, los allanamientos. Ahora, nosotros desde lo político, en el
cuerpo social, nos parece que hay que avanzar en esto. Hay que tener en claro
que el 90 por ciento de las personas que están en situación de prostitución son
mujeres y niños y los prostituyentes el 90 por ciento son hombres entonces
también hay una clara mirada de género y posicionamiento de género”.
Ghigliani aclaró que no condena la prostitución ni hace ninguna valoración al
respecto pero “sí pensamos que son mujeres que están en una situación
particular de vulnerabilidad entonces vamos sobre quiénes ejercen ese poder que
son los proxenetas”.
Otra consulta de EcoDias se basó en el futuro de las mujeres que están en esas
casas de citas allanadas o cuál podría ser el futuro de las mujeres de los
cabarets que planean cerrarse: “Nosotros no hablamos sobre si pueden seguir
ejerciendo la prostitución o no, es una decisión individual, lo que está penado
es la explotación de esas mujeres. Luego están las valoraciones de lo que cada
uno considera como digno, no digno, si considera que eso puede ser un trabajo o
no un trabajo. Personalmente, yo no considero que eso sea un trabajo, si eso
fuera un trabajo digno para cualquier persona, me gustaría verlo cuando hacemos
las muestras y las ofertas de carreras universitarias y tecnicaturas, un stand
donde se ofreciera a la prostitución como trabajo. Yo creo que son elecciones
de determinadas mujeres en determinadas situaciones de vulnerabilidad. Cuando
uno tiene que elegir tiene que tener opciones, a veces es el único camino.
Entonces yo no lo peno, no le hago una condena moral, no me meto en esos
cuestionamientos, para mí son individuales pero desde mi punto de vista yo no
estoy de acuerdo con la legalización ni considerarlo un trabajo”.
Ghigliani agregó que a veces se escucha a personas que muy libremente dicen
frases como “es un trabajo, quieren trabajar de eso”. En caso de ser un
trabajo, ejemplificó, y tener una ART “¿Qué sería un accidente de trabajo en
una mujer que ejerce la prostitución? En ese punto coincidimos en que todo lo
que suele ocurrir habitualmente con esas mujeres, lo seria.
“Yo creo que ahí el rol del Ejecutivo, de las ONGs es muy importante. Hay un
elemento claro que es el tema económico, yo nunca les voy a poder ofrecer desde
el Estado y desde una ONG un valor económico que tal vez iguale lo que ganan
por ejercer la prostitución. Ahora, también hay una cuestión de calidad de
vida, de proyecto de vida, son mujeres que por ahí han sido arrasadas
psicológicamente, hay toda una cuestión de pautas culturales y sociales que
acompañaron ese desarrollo para que esa mujer esté en esa situación. Entonces
creo que no es sencillo el trabajo, que es muy artesanal, es muy individual. A
veces las que trabajamos con mujeres en situaciones de riesgo, una mujer
golpeada por ejemplo para salir uno sabe que puede salir pero lleva tiempo, es
muy difícil. En este caso es lo mismo”.

Vieja ilegalidad
Más allá de las mencionadas decisiones individuales acerca de seguir
ejerciendo la prostitución o no, Ghigliani habló de inversiones por parte del
Estado: “Nosotros creemos que tenemos que ofrecer otras cosas y yo creo que en esto
por ahí si bien la ley de Trata plantea avanzar, yo creo que cuando se
reglamenta que fue ahora hace poco, yo creo que ahí los organismos del Estado
tienen que disponer un dinero importante en términos de poder orientar y
sostener a estas mujeres”.
Otra teoría que anduvo dando vueltas consistía en que si se cierran los
cabarets, se incrementaría la ilegalidad en el tema: “Para mí la ilegalidad ya
está porque la ley de prostitución es de 1936 y está penada la explotación,
etc. Entonces la ilegalidad per se existe, acá hasta hace dos meses a dos
cuadras del Concejo Deliberante se sabía que existía esta casa y era una
situación ilegal. Había un hombre que lucraba con 15 mujeres que tenía ahí
ahora. Ahora también el famoso Chupacabras (Médanos), todo en el ambiente esto
se conoce y se sabe por eso yo celebro el trabajo de la fiscalía como
avanzando.
Por ahí te dicen “estamos más seguras en una casa”… yo no sé si están más
seguras en una casa o en la calle… yo creo que es una situación de riesgo en
esa casa, en la calle por supuesto pero bueno… uno tiene que tratar de ofrecer
otras cosas. Yo creo que es un debate que hay que dar, en otros países del
mundo se está trabajando fuertemente donde ya está implementada por ejemplo la
penalización del cliente. Vos ves eso en Noruega o en Suecia, hoy en el
Congreso hay dos ante proyectos que van en ese sentido. Es claro que sin
clientes no hay trata”.
La concejal valoró que la sociedad esté discutiendo este tema y otros que van
de la mano como por ejemplo la visión de los varones respecto a la mujer, a la
prostitución y a esa manera de vivir el sexo por parte de muchos hombres: “Me
parece que está bueno que se hable, yo como madre: ¿qué quiero de mi hijo
varón, qué pretendo de mi hijo varón? Me parece que los jóvenes hoy se inician
sexualmente de otra forma, viven la sexualidad más libremente, tienen más
oportunidades y que tienen una mirada menos descalificadora hacia la mujer”.

Trata, poder y policía
Es sabido que la trata de personas funciona gracias a una red de niveles
internacionales en donde algunos sectores de poder juegan un papel muy
importante para que esa red funcione. En cuanto a ese funcionamiento y a la
relación de la trata con el poder en Bahía Blanca, Ghigliani respondió: “Yo no
tengo conocimiento preciso, sí ha venido gente como Sonia Sánchez que ella fue
víctima de trata y fue prostituta y es la autora del libro Ninguna Mujer nace
para Puta y anda dando charlas, estuvo hace muy poquito acá… ella plantea que
sí, que todo es parte de un engranaje”.
Acerca del papel de la policía o de cierto sector de la policía en la
problemática general de la trata de personas, señaló: “Yo lo que he escuchado
de parte de gente que está en la justicia, no solamente del fiscal sino de
varios integrantes agentes de justicia, que por ahí había momentos en los
cuales si alguno determinaba hacer algún allanamiento, alguna pesquisa como que
se conocía entonces se llegaba al lugar y no se encontraba lo que uno ya
presuntamente había investigado o ido a buscar. No nos vamos a sorprender
porque en nichos de corrupción siempre participan alguien policial, alguien
judicial, alguien del ámbito político, no hablo de Bahía, hablo en general. Lo
vimos con el juicio de Marita Verón, hubo chicas que traspasaron todas las
barreras para sentarse en un banquillo y se encontraron con que sentado en el
estrado o en el ámbito judicial había habido clientes. Entonces hay que ponerse
en esa situación, eso puede ocurrir en todos lados. A veces cuando uno busca,
sí, existe connivencia en algunos negocios. Prostitución, armas juego, dan
mucho dinero… viven muy bien”.

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2015-03-09 00:00:00
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