Desde hace semanas se conoce el reclamo
de los profesores que componen la Orquesta Infanto Juvenil de Villa Miramar al
Instituto Cultural. Declaraciones cruzadas que se hacen sentir la falta de
apoyo del área municipal al proyecto educativo.

El malestar se expresó, en primera instancia,
con una protesta en la puerta de la calle Alsina. «El titular del
Instituto Cultural nos recibió en dos reuniones, después no supimos nada más,
solamente el anuncio que realizó a través de uno de sus representantes»,
aseguró Albin Cedeño, docente de la orquesta. Mientras tanto, Ricardo Margo
respondió a la protesta con una promesa, “el municipio dispuso un aumento del
40% a los profesores que allí se desempeñan, lo que significa un gesto de
reparación a un proyecto con el que queremos continuar”.
Cedeño aseguró a Ecodias que el ofrecimiento real no es significativo y que
solamente se habló de «un 5% de aumento, una propuesta que no quisimos
firmar porque nuestros sueldos van desde los 600 a los 1600 pesos, con una
dedicación de 9 horas semanales que incluyen 3 horas por clases, los días
lunes, martes y miércoles. Sabemos que el precedente de un trabajador municipal
es de $ 3 mil pesos por 8 horas». El docente agregó que
la situación no comenzó con esta gestión sino que se venía deteriorando desde
hace un tiempo. “Esto no es un problema nuevo ya que tanto la administración de
Marcela Sainz como ahora la de Ricardo Margo le han dado la espalda a nuestra
Orquesta» afirmó Cedeño a una radio local. Sin embargo, exigen la atención
del reclamo ya que «si la municipalidad cuenta con continuidad jurídica,
no se trata de una cuestión de personas sino de instituciones».

De malas
«La última reunión que tuvimos con Margo fue muy humillante, fue muy
descalificativo con los compañeros, hasta maltrató a una colega. La respuesta
es que no hay respuesta. En los encuentros estuvo presente la concejal
(Soledad) Pisani, ambos se mostraron sorprendidos por la situación y aseguraron
desconocerla, pero para nosotros no es posible sostener ni financiar la
situación de la Orquesta. Realizamos nuestro trabajo con mucha dedicación y
recibimos muchas satisfacciones, pero necesitamos que la municipalidad
garantice la continuidad del proyecto».
El proyecto surgió en el año 2008, producto de un convenio entre el Instituto
Cultural y el Ministerio de Cultura de la Nación, «en este último caso,
ellos se encargaban de financiar los encuentros nacionales que son muy
nutritivos para los chicos, también proveían los instrumentos que necesitamos,
mientras que el Instituto Cultural se comprometió con los salarios y las
condiciones para el funcionamiento de la orquesta, con la falta de renovación
del contrato en relación con el lugar y los profesores que trabajamos». El
grupo de niñas, niños y jóvenes que asisten ascienden a 30, desde hace tiempo
que funcionamos en la escuela N° 29.
«La propuesta fue formar una Orquesta con niñas, niños y jóvenes que vivan
en el Barrio Miramar y alrededores, con el fin de darles la posibilidad de
acercarse al mundo de la música desde otro paradigma musical, en este caso
desde el hacer, y nada menos que con instrumentos orquestales, tan distantes a
sus vidas en la actualidad. Esta iniciativa se logra a través de la Dirección
Nacional de Artes, como una estrategia de integración socio cultural, la
inclusión social y la mirada en la regeneración de los vínculos
comunitarios» había contado a Ecodias hace un tiempo Cedeño. La orquesta
había crecido desde sus inicios, brindaba dos niveles musicales, para iniciados
y avanzados. Desde el año 2012 empezó a funcionar en la escuela, originalmente
la Banda se reunía en la Casita de Miramar, dependiente de la Municipalidad,
otras sedes fueron la Sala Médica, el Jardín de Infantes N° 952, la Sociedad de
Fomento. Los grupos que comenzaron provenían de familias con conflictos,
«se constituyó como punto para contener a los chicos” aseguró Silvia
Esquivel, la coordinadora barrial. «Ha cambiado mucho la actitud de los
padres, acompañan la actividad y comparten. Es una forma de mostrarles una vida
diferente». En este momento, «la Orquesta está sin actividad, las
autoridades de la escuela nos pidieron la llave del lugar, no podemos seguir
con los ensayos en las instalaciones de la escuela hasta que no se informe en
forma escrita sobre la situación en la que quedamos por decisión del
municipio». Cedeño confirmó que «están a la deriva».
El funcionario, detalló que “ellos peleaban por una mejora salarial en concepto
de las clases que dictan en la orquesta escuela. Le otorgamos un 40 por ciento
de aumento dilatado en el tiempo ya que las paritarias municipales nos regían
los montos a pagar, nadie, ningun gremio consiguió ese aumento”. Además,
explicó en la página del municipio que “el lugar físico es otro de los temas a
considerar. La orquesta se llama Miramar, nació en Miramar y está funcionando
en una escuela de La Falda, se ha desnaturalizado el nombre y el origen”. Según
Margo, “concretamente con la escuela tenemos que hacer algo que no se había
hecho, que es poner por escrito el convenio marco, por que no había nada
firmado, lo que nos parece una desprolijidad”, concluyó.
El diálogo no se retomó entre las partes, las condiciones no se concretaron al
cierre de esta edición, los vínculos y los ánimos se agitaron cuando se conoció
que las reuniones estuvieron marcadas por los gritos y las descalificaciones
por parte del titular del área para con los docentes, después de los cuales se
deslizaron comentarios desde el equipo del Instituto Cultural, «si
soportaron 6 años en condiciones precarias, no sé porque ahora no soportan 3
meses».