El rechazo de los ciudadanos de la ciudad Cuzco por la medida gubernamental de construir una represa para almacenar las aguas del río Apurimac, ha paralizado la región y las principales vías de comunicación terrestre que conectan con Puno y Arequipa fueron bloqueadas en varios tramos por centenares de manifestantes. Los manifestantes argumentan que si se construye esa presa con la intención de irrigar tierras de la vecina región de Arequipa, la obra puede provocar el desabastecimiento de agua a los pobladores de la provincia de Espinar, situada al sudeste, afectando labores y cultivos agrícolas. El transporte quedó muy reducido y las actividades escolares fueron suspendidas. La antigua capital inca fue tomada por unos tres mil manifestantes, según indicaron fuentes policiales. Aunque los bloqueos no afectaron la línea férrea que une a Cuzco con Machu Picchu, la empresa decidió suspender el servicio por seguridad. Igual decisión tomaron las principales operadoras que transportan turistas a esa zona.
El aeropuerto de Cuzco fue puesto bajo resguardo militar, ante las amenazas de manifestantes de que podrían intentar ocuparlo. Cientos de estudiantes y pobladores de Espinar tomaron la sede de la Universidad San Antonio Abad del Cuzco y bloquearon su acceso. La movilización fue resuelta en un frente que reúne a las organizaciones sociales y sindicales de la región que se oponen al proyecto Majes-Sihuas II, como se denomina la prevista obra de la represa. Las acciones de protesta se habían iniciado diez días atrás, y habían provocado choques entre manifestantes y policías antimotines, con un saldo de un poblador muerto y 43 heridos. El gobierno de Alan García decretó el estado de emergencia y autorizó la intervención del ejército en caso necesario. El primer ministro, Juan Antonio Chang afirmó que no habrá diálogo con los pobladores hasta que no depongan las medidas de fuerza. Estos a su vez, afirman que es el gobierno quien primero tiene que anunciar la suspensión del proyecto y alegan que la población no fue consultada sobre los perjuicios que puede provocar la represa en la región.

Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa. www.serpal.info.