Con narices rojas salen a la calle, visitan
hospitales, hogares de ancianos y como una patrulla de alegría estacionan donde
los invitan. Jóvenes y adultos alivian malestares y roban sonrisas en una tarea
que educa el alma.
«Somos Clown Social formado por dos grupos: Patrulla Clown 044 y Síndrome
de Clown», cuenta Claudio Gungolo, impulsor de la actividad desde hace dos
años. «Cumplimos un año como organización no gubernamental, estamos en
trámite, tenemos número de resolución aunque todavía no estamos formalizados.
La Municipalidad nos dio un lugar en el Coloso de Villa Mitre, los miércoles
desarrollamos actividades, reuniones, nos juntamos a planificar, el lugar de
encuentro. Nosotros estamos ahora haciendo un taller intensivo, la idea es
seguir haciéndolo para ir agregando gente y promulgar la actividad del clown en
el ámbito social, hospitalario, artístico y educativo» completa Susana
Coronel, mujer de narices tomar.

Risa fija
Los primeros sábados de cada mes, los clowns llegan al Hogar del Anciano, en
Sixto Laspiur al 1800. «Es un lugar muy lindo, donde los abuelos nos
esperan siempre y hacemos juegos, bailamos, hicimos escritura, pintura, al
principio estaban un poco negados y después empezaron a demostrar sus
habilidades, casi diríamos terapeútico, porque empezaron a poner un poco de su
historia en esos dibujos, en esas cartas». No resulta sencillo soltarse y
entregarse al juego, «tratamos de cambiar esa idea de a poquito, jugamos
cartas, a la lotería, al bingo, lo que ellos tengan ganas de hacer».
Otra de las visitas pactadas una vez por mes es el Hogar Don Orione, que
alberga alrededor de 30 personas con discapacidades severas y abuelos
indigentes. «Vamos los terceros sábados de cada mes, jugamos y divertimos
un rato y pasar un momento lindo» suma Bianca Rovein, una clown
adolescente.
La recreación y la sonrisa se convierten en comunicación y Clown Social están
muy demandados. «Estamos invitados una vez por mes en el partido de
Villarino. En julio vamos a ir a Pedro Luro. Haremos un intercambio, porque en
ese partido que es tan amplio no hay gente que realice estas actividades por
eso se contactaron con nosotros.
En el Hospital Italiano se inaugura la sala de pediatría, casi con seguridad
vamos a ir a intervenir el lugar. Por lo tanto, el 30 de junio se hace la
presentación de la sala en el Teatro Municipal, diremos presente para recibir a
la gente» aseguró Gungolo.

Apto para todo público
Clown Social es una organización no gubernamental «que no persigue fines
de lucro, lo importante es dar, el único objetivo es llevar una sonrisa.
Empezamos a descubrir en nosotros que se puede llegar con una cosa, simple, la
mirada, el abrazo, la sonrisa, eso hace falta en muchos lugares, no solamente
en los lugares que visitamos sino también en otros tipos de reuniones».
«No sé muy bien el motivo del nombre, es lo que hacemos, llevar alegría,
llevar la semillita de que la gente lo pase bien. Mejor lo pasamos nosotros, de
eso no hay ninguna duda. Los que más nos llevamos de esto somos los que vamos.
Tratar de que los lugares donde vamos tengan una hora diferente, una hora con
otra energía y con eso nos vamos re contentos. Con muchas ganas de volver.
Donde nos llaman tratamos de asistir y de estar», reflexiona Coronel.
La experiencia de clown social se ha contagiado en diferentes partes del mundo,
un claro ejemplo de tarea comprometida se realiza en Socialclown en España. La
propuesta es utilizar el humor para hacer del mundo un lugar mejor. Para estos
payasos la herramienta de trabajo es la risa, una gran canalizadora de
tensiones, miedos y ansiedades para todos, pero más para aquellos que sufren
situaciones adversas. El clown acompaña, ayuda y recupera la dignidad de
enfermos, víctimas, grandes y pequeños.
«El año pasado ingresaron todos los chiquitines, unos 14 adolescentes.
Ente los que se están preparando en los cursos intensivos se puede contar con
10 menores y 3 mayores más» cuenta Coronel. «Lo lindo es de destacar
es que estos chicos, los sábados y los domingos pudiendo hacer otras cosas se
vienen al Hogar del Anciano o al Cotolengo».
Los adolescentes que se suman a Clown Social resignifican el tiempo libre.
«Te sentís mejor con vos mismo, me encanta ayudar. Vas una hora, te
divertis vos y le sacas una sonrisa a una persona que capaz que no la tienen en
todo el día», dice Bianca Rovein y «jugamos todos juntos»,
apunta Melisa Leguizamón. «Me gusta destacar que esta es la juventud de la
que no se habla. Son el orgullo nuestro» reflexiona Coronel.
Si hay buen clima, los payasos ganan las veredas y calles del Parque de Mayo
«y hacemos abrazos gratis. Sentimos una sensación muy hermosa por poder
abrazar al otro y compartir. Hay gente que dice no, no, no. Bueno, se lo
pierde», comenta Gungolo, «esas personas que dicen que no son las que
más lo necesitan, nosotros damos abrazos sinceros», declaró Leguizamón.

¿DÓNDE HAY UN CLOWN?
Si bien uno puede encontrar un clown a la vuelta de la esquina, recomendamos a
quienes estén interesados visitarlos los días miércoles desde 20 horas en el
Coloso de Villa Mitre, Garibaldi 149. Se puede pedir información sobre cursos
de formación o próximas visitas en [email protected].