En el primer trimestre del 2016 las
boleterías sorprendieron dando saldo a favor.

El 2015 estableció un record en asistencia a las salas comerciales vendiendo
algo más de 50.000.000 entradas.
Una cifra que interesa a los exhibidores por lo obvio, pero también debería
interesar a quienes disfrutan del cine porque garantiza que se lo pueda ver en
el lugar para el que -todavía- está pensado.
Este 2016 no comenzó tan bien, ya que el esperable bajón de enero -por los
gastos de fin de año y la competencia del clima soleado y las actividades al
aire libre- se duplicó llegando a un alarmante 25%, aunque febrero repuntó un poco
y en marzo las cosas dieron un inesperado giro positivo gracias a estrenos que se
mantuvieron en cartel varias semanas.
Un millón y medio de espectadores llenaron los cines el fin de semana de Pascua
-con el estreno del “híper-súper-recontra” publicitado tanque Batman vs. Súperman (Zack Snyder; 2016)-
y los números se fueron para arriba, totalizando más de once millones de
entradas vendidas durante el primer trimestre de este año que supera por poco el
record del pasado.
Cifra lograda no sólo por tanques como la animación Zootopía (Byron Hooward, Rich Moore, Jared Bush; 2016), que lidera la
lista de lo más visto con 1.700.000 espectadores o algunos estrenos
“oscarizados”, sino también por el buen arranque de las producciones locales.
A la cabeza, superando ampliamente el millón de entradas: Me casé con un boludo (Juan Taratuto; Argentina-2016). Primer
estreno nacional grande -no confundir con importante- del año producido y
protagonizado por Adrián Suar, que sabe cómo convencer de cambiar la pequeña
por la gran pantalla a muchos de sus televidente.
Y otros títulos como la coproducción 100
años de perdón (Daniel Calpasoro; España, Argentina-2016) o la comedia
romántica Una noche de amor (Hernán
Guerschuny; Argentina-2016).
Un amable horizonte en el que se ciernen nubarrones, porque a partir de abril
se hacen efectivos los aumentos de tarifas de servicios e impuestos y los
gastos en entretenimiento son casi los primeros que se recortan al momento de
ajustar las economías familiares y personales, aunque algunos complejos
multisala piensan pelear con descuentos y combos especiales.
Además de otras “distracciones” como la Copa América del Centenario durante
junio y los Juegos Olímpicos en agosto.