Leí
lo de Atilio Boron, Pérez Esquivel, Noam Chomsky y lo que publicó Pagina 12 el
domingo (especialmente en lo militar).
Años atrás, como expresión ideológica (no economista), el partido comunista
chino y su gobierno daba a conocer su opinión “El mundo se dividió entre países
ricos y países pobres subdesarrollados y emergentes”.
Considero que el problema no es solo económico, pues si hacemos un análisis y
vemos todo lo que se produce en el mundo, es inexplicable que tengamos unos 800
millones de personas que viven en extrema pobreza, es decir, pasan hambre.
En cada país, digámoslo con claridad, los gobiernos representan los intereses
de la clase social burguesa y el capitalismo atraviesa una o varias crisis de
carácter estructural, en cada país tenemos enormes bolsones de pobreza y no se
satisfacen necesidades elementales que les permitan vivir dignamente.
El avance de la ciencia y la tecnología en estos últimos 50 años es mayor que
la suma de todas las civilizaciones que nos precedieron; pero 500 años de
dominación capitalista creó sus organismos, a los que quedaron subordinados la
“mentalidad humana”.
Y no concuerdan los avances -en términos generales- con la mentalidad de las
grandes masas, es decir, los pueblos del mundo.
En nuestro país, al borde de elecciones presidenciales el 22 de noviembre se
debate entre oficialismo y oposición. Al pronunciarse por dos estilos de
gobierno se olvidan que ambos son “tientos de la misma lonja”, son hijos de la
burguesía y, como clase social, son capitalistas.
Dividido el país en dos sectores de la burguesía, gane quien gane con un 50 por
ciento de votos que se volcaran entre los dos, ni Macri ni Scioli podrán
gobernar.
En nuestro país el pueblo reclama cambios, eso es correcto, pero prefiero decir
que es el país de enorme extensión y poca población y por que cuenta con un
clima favorable, la producción podría duplicarse.
El peronismo no se “aggiornó” al cambio, permaneció dentro del contexto de país
burgués capitalista.
Cuando utilizo el concepto formas superiores en lo político, aludo a cambios no
solo económicos sino políticos.
Hoy el mundo se encamina hacia formas de inclusión, integración, complementación.
Votar a Macri es regresar al pasado.
Votar a Scioli es mantener la posibilidad de darle continuidad al proceso que
se inicio con Kirchner y a partir de ahí avanzar hacia un nuevo mundo y educar
al soberano -al pueblo-, que no vendrá de manos de una aristocracia burguesa.